
Islandia - La isla que no duerme
Islandia siempre ha sido una especie de planeta paralelo para mí. Un lugar que desafía la lógica visual, emocional y narrativa del mundo que conocemos. Fue ahí donde, años atrás, nació mi amor por contar historias. Pero esta tercera vez, el viaje tomó otro rumbo.
Me adentré en los Highlands, una de las regiones más remotas y menos transitadas del país. Territorio salvaje, sin caminos claros ni multitudes, donde el fuego y el hielo siguen enfrentándose en silencio. Un espacio brutal, hermoso y profundamente introspectivo.
Este no fue un viaje turístico. Fue una exploración hacia dentro.
Lo que traje de regreso no fue solo una colección de paisajes cinematográficos,
sino una narrativa íntima sobre la belleza extrema, el valor de la soledad, y el acto, a veces necesario, de perderse para poder encontrarse.
















